La parte legal es, a menudo, la última en abordarse a la hora de emprender un proyecto web ya sea de simple página corporativo o un complejo portal de comercio electrónico.
En este post resumimos las cuestiones más importantes a valorar:
1 El dominio y la marca
Elegir un dominio no es tarea fácil, y si además tenemos una marca, lo mejor es que coincidan. Si no tenemos ni lo uno ni lo otro, es conveniente registrar ambos a la vez para tener una buena cobertura legal.
Elegir sólo un dominio que esté libre y nos guste, no es suficiente. Puede haber terceros con una marca anterior ya existente que podrían reclamarnos y quitarnos el dominio en el futuro.
2 ¿Quién soy?
La Ley de Comercio Electrónico (Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico o LSSI) obliga a identificar al titular de una web salvo en aquellas páginas web puramente personales.
Cualquier web profesional, corporativa o comercial debe identificar apropiadamente a su titular así como datos de contacto.
3 Los contenidos
Una web incluye textos, fotos, videos, imágenes, dibujos, etc. ¿Estás seguro de que puedes incluirlos? Dicho de otra forma: los contenidos de terceros pueden estar sujetos a derechos de autor y hay que pedir autorización. Que los contenidos estén ahora en Internet no significa que se puedan utilizar libremente. Lamentablemente es frecuente pensar que todo lo que está en Internet se puede usar sin límites.
Igualmente, si vamos a utilizar “cookies” para recoger información de los usuarios, es imprescindible informar sobre ello en los términos establecidos en la LSSI.
4 ¿A quién me dirijo?
No es lo mismo que la web esté dirigida a empresas, a usuarios finales o, por ejemplo, a menores de edad. En cada caso las obligaciones legales de tu página web pueden cambiar.
5 ¿Qué hago en la web?
La actividad a través de la web puede estar regulada como en el caso de sorteos, concursos, juegos o venta de determinados productos y también puede estar sometida a códigos de autorregulación. En este caso, también hay que tenerlo en cuenta para solicitar las oportunas autorizaciones o incluir las leyendas legales que procedan.
6 Si se recogen datos
Un simple formulario de registro supone una recogida de datos que si no cumple con lo que establece la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) puede traer consigo una sanción económica de hasta 40.000 euros y en algunos casos, mucho más.
Cumplir con la LOPD es una de las obligaciones más serias que toda web debe cumplir.
7 ¿Envía una newsletter o información comercial?
¿A quién se la envías? ¿De dónde has sacado los datos? ¿Son ya clientes o son contactos comerciales? La LOPD y la LSSI establecen obligaciones legales en todos los casos
8 Comercio electrónico: ¿vende a través de su web?
Una plataforma de e-commerce requiere cumplir con la LSSI (la cual obliga, por ejemplo, a proporcionar información previa y detallada a la compra) y también con la legislación sobre consumidores.
El incumplimiento conlleva sanciones importantes. Además, una web sin información y transparencia lleva a la desconfianza de tus visitantes. Una revisión previa realizada por un experto puede ahorrar muchos disgustos.
9 ¿A qué territorio se dirige su actividad?
En el caso de que su web se dirija a un país concreto, en su idioma, tal vez sea aplicable la legislación de dicho país.
10 Los proveedores
Conviene que formalices la relación con tus proveedores (desarrolladores, fotógrafos, de hosting, de contenidos) mediante un contrato en el especifiques claramente las condiciones, qué está incluido y qué no y otras cuestiones que pueden ser muy útiles en caso de discrepancia.
Y por supuesto, como hemos expuesto en otros posts, hay que evitar el “corta y pega”. Los especialistas que saben de esto pueden asesorarle para que no corra ningún riesgo y pueda gozar de una larga y legal vida virtual.
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