11 diciembre 2020
En Argentina, a diferencia de los países del hemisferio norte, las fiestas navideñas se celebran con mucho calor. Generalmente, el 24 de diciembre por la noche se reúnen las familias para compartir una cena fría, con muchas ensaladas, vitel toné (carne fileteada con una salsa de mayonesa y alcaparras), pionono (arrollado de jamón, queso, mayonesa y aceitunas) y, de postre, helado o ensalada de frutas. Rara vez se cocina algo caliente, debido a las altas temperaturas que se suelen dar en esa fecha.
Alrededor de diez minutos antes de la medianoche, se prepara el brindis con sidra o champagne, y a las 12 en punto se brinda deseando una “¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!” para todos. Tras el brindis, siempre hay algún asignado para repartir los regalos que se ubicaron previamente bajo el arbolito de Navidad. Se reparten regalos para todos, los niños lo hacen con gran anhelo y las caras de sorpresa son características. Después se corta el pan dulce, especie de panettone con muchas frutas secas y abrillantadas, turrones y garrapiñadas de maní.
En año nuevo, la reunión muchas veces es más entre amigos que familiares, aunque también se reúnen familias. Al igual que en Navidad, las cenas son frescas y generalmente al aire libre. Mucho hielo, aire acondicionado o ventilador, ropas frescas y helados. Algunas veces, hasta se pasa la noche en la pileta (piscina). Como en Navidad, se espera hasta las 12 para el brindis y las noches se hacen largas, con bailes, karaoke o salidas a bares y discotecas.
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