10 abril 2017
Pese a los recientes acontecimientos políticos que todos conocemos, el Reino Unido espera completar el proceso de ratificación del Acuerdo sobre el Tribunal Unificado de Patentes (TUP) para finales de abril. El gobierno británico cree que la participación del Reino Unido tendrá un efecto positivo para empresas e inventores y quiere permanecer como parte del Acuerdo y, casualmente, mantener la división central del TUP en Londres-.
Sin embargo, en el continente, los gobiernos europeos no parecen tan contentos con la idea de tener a un país no miembro de la Unión como parte del sistema de la Patente Unitaria y el TUP. Las condiciones del Brexit, incluidos sus aspectos referidos a la propiedad industrial, están en este momento sobre la mesa de negociación y puede que permanezcan ahí un tiempo a expensas de que se resuelvan asuntos más y complejos –especialmente respecto a las instituciones de la Unión como el Tribunal de Justicia-.
Pese a todo, la fecha de entrada en vigor del acuerdo seguirá siendo probablemente el 1 de diciembre de 2017, dando inicio a su fase provisional en mayo, que incluye la llamada “fase sunrise”, durante la cual los titulares de patentes europeas, tanto solicitadas como concedidas, deberán decidir si permanecer en el nuevo sistema o salir de él y determinar sus respectivas estrategias de gestión de las carteras de patentes.
Resulta interesante que, mientras que el Reino Unido pone palos en sus propias ruedas, Italia ya haya depositado su instrumento de ratificación del Acuerdo sobre el TUP el pasado febrero y, como ya sabemos, haya jugado tan bien sus cartas como para que una de las divisiones locales del TUP tenga su sede en Milán.
En la misma dirección empezamos a ver cambios a nivel nacional. El 7 de marzo de 2017, el Congreso de los Diputados aprobó una moción no de ley instando al Gobierno a unirse a ambos acuerdos, sugiriendo que la división central destinada a Londres –y que con el Brexit se dificultaría- se reubicara en España, porque soñar es gratis. Sin embargo, dicha moción no es vinculante y el Partido Popular mantiene su posición de no firmar ninguno de los acuerdos, al menos en un futuro cercano.
El país impulsor de todo el proyecto (con sede en Berlín) ya ha aprobado las dos leyes necesarias en el Congreso (Bundestag), y todo parece indicar que el Senado (Bundesrat) ni siquiera necesitará debatirlas para darles el aprobado final.
Como ya sabemos a estas alturas, es necesario que 13 Estados (incluyendo los tres grandes: Reino Unido, Alemania y Francia) ratifiquen el Acuerdo TUP y consientan quedar obligados por el Protocolo, para que éstos entren en vigor. A fecha de hoy, sólo siete países cumplen estos requisitos: Francia, Países Bajos, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo, Italia y Suecia. Por esta razón, habrá que esperar aún a que cuatro países más den su “sí” al Acuerdo, al Protocolo, o a ambos.
Tras muchos años de negociaciones, 2017 parece el año de la Patente Unitaria y el Tribunal Unificado de Patentes, pese a que nuestros shakesperianos amigos parezcan tener el firme compromiso de mantener la tensión dramática hasta el final.
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