Negocios como el de los videojuegos, el entretenimiento, el ocio, la educación y formación, el turismo, el inmobiliario, la moda, los gadgets, … atisban ya una nueva dimensión que dinamiza la difusión de sus marcas entre millones de usuarios y, a la vez, permite monetizar exponencialmente la inversión en marcas consiguiendo retornos económicos mediante venta de productos y de servicios.
Los NFTs (tokens no fungibles), como tokens digitales únicos basados en tecnología de cadena de bloques (blockchain), se usan para representar lo que el creador desee plasmar en ellos, actuando como un registro digital que, una vez generado no puede forjarse o adulterarse sin los permisos necesarios, por lo que representa la autenticidad de un activo digital específico. En el contexto del metaverso, un NFT suele usarse para certificar la propiedad de objetos digitales, como obras de arte, música, videos y otros activos generados dentro del entorno virtual. Puesto que los NFTs pueden evolucionar con el tiempo si las reglas que los han generado lo permiten, es fundamental tener control en todo momento de la protección de derechos de autor, derechos digitales y la propiedad intelectual, que se deriva de los NFTs y se potencia con los smart contracts, permitiendo que la innovación no se vea afectada por malos actores que habitan el sector.
Por otro lado, la IA (Inteligencia Artificial) lleva muchos años creciendo en todos los sectores y potenciando en silencio, entre otros muchos campos, el desarrollo de los ingredientes básicos del metaverso, que ahora tiene una oportunidad de oro junto con la IA para generar el empujón hacia todo un espacio sin límite en la creatividad e innovación. La IA juega un papel fundamental en el metaverso, impulsando la generación y personalización de contenido, mejorando la experiencia del usuario y permitiendo la interacción con elementos virtuales de la AR/VR de manera más inteligente, creando avatares y gemelos digitales realistas, simulando comportamientos humanos...
En este panorama de rápida evolución, la computación cuántica emerge como el motor subyacente que potencia y redefine las capacidades de la IA, la blockchain (soporte de los NFTs) y el metaverso. Con su habilidad para realizar cálculos a velocidades exponencialmente más rápidas y resolver problemas complejos que los sistemas clásicos no pueden, la computación cuántica tiene el potencial de acelerar el desarrollo y la implementación de tecnologías emergentes. Esto plantea nuevas y emocionantes oportunidades, pero también desafíos únicos en términos de propiedad industrial e intelectual. En H&A, nuestro equipo multidisciplinar está preparado para navegar por este nuevo horizonte, asegurando que sus activos intelectuales e industriales estén protegidos en esta era cuántica.