9 mayo 2024
Desde el año 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación para destacar la importancia de la creatividad y la innovación como motores para la resolución de problemas socioeconómicos y palanca para el desarrollo sostenible. El objetivo de la iniciativa es concienciar sobre la necesidad de integrar la creatividad en todas las facetas del desarrollo humano y fomentar entornos donde se promueva la innovación a nivel global.
El camino que nos lleva desde la rueda hasta la actual inteligencia artificial está lleno de personas que se han movido motivadas por un impulso de innovar y encontrar nuevas formas de afrontar problemas y desafíos para hacer las cosas siempre mejor, de una manera más sencilla, cómoda y fácil.
Pero está claro que, para que pueda florecer una idea innovadora, antes debe crearse un entorno donde se fomente la creatividad, una cultura de innovación donde las ideas tengan valor y se inviertan recursos para que ese jardín de ideas se cuide, se riegue y finalmente se obtengan frutos en forma de innovación.
Un mecanismo para recompensar y proteger ese esfuerzo y tiempo dedicados a investigar y avanzar es la Propiedad Intelectual, que otorga la propiedad exclusiva a los autores y además promueve la competencia leal y el intercambio de ideas.
Curiosamente, los países con cultura más innovadora son los que acumulan un mayor número de patentes: China, Estados Unidos, Japón y Alemania. A modo de ejemplo, en España se solicitaron unas 2.000 patentes en el año 2023 y, en Estados Unidos, solamente una empresa como SAMSUNG solicitó más de 6.000. Una muestra de que la capacidad de innovar en España tiene todavía mucho camino por recorrer.
Desde la empresa y desde la escuela, se puede potenciar a través de un ambiente de “empatía innovadora”. Un entorno donde los equipos puedan compartir ideas, desarrollarlas, que tengan apoyo en la dirección y que haya estímulos para que se investigue y se exploten resultados.
El entorno actual en el que nos movemos es totalmente cambiante, tenemos que estar recalculando la ruta constantemente y las empresas tienen que ser capaces de adaptarse a esos cambios a alta velocidad. Por tanto, la única forma de sobrevivir es diferenciándose. Para ello, un arma fundamental es la creatividad y la innovación: tener personas con capacidad de pensar, crear, aprender, adaptarse a los cambios, y diferenciarse y luego compartir y contagiar a los equipos para que el efecto sea multiplicador.
Quizás el ejemplo más conocido de empresa innovadora sea GOOGLE y su esquema 80/20 donde dedican el 20% del tiempo a que los equipos trabajen en proyectos paralelos de su elección.
Dentro de sus pilares para crear e innovar se encuentran los siguientes principios básicos:
- Pensar a lo grande, pero comenzar por lo pequeño
- Innovar de forma continua
- Buscar ideas en cualquier parte
- Compartirlo todo
- Estimular la innovación con imaginación y datos
- Ser una plataforma (trabajo colaborativo)
- No tener miedo a fracasar
- Poner el foco en el cliente, no en la competencia
Aprovechemos la celebración de este día para pensar si podemos implantar una cultura innovadora en nuestras empresas y recordar que, para abordar los desafíos globales, una de las herramientas más potentes es el pensamiento creativo. Tampoco olvidemos dar valor a los resultados de esa creatividad a través de otra herramienta fundamental, la Propiedad Intelectual: solo así podemos garantizar un futuro donde las ideas más brillantes puedan florecer y beneficiar a la humanidad en su conjunto.
¡¡Comencemos por lo pequeño para obtener un resultado grande!!
H&A CUMPLE 40 AÑOS
Defendiendo el valor de lo intangible, aquello que nos hace únicos.
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