9 noviembre 2023
Qué bien nos iría si el ingenio de los narcos lo dedicasen al bien; y qué derroche de talento puesto al servicio del mal.
Todos hemos oído hablar alguna vez del transporte de droga oculta en dobles fondos, en vehículos, maletas, prendas de ropa, etc. Sin embargo, en los últimos años, los traficantes han ido un paso más allá.
Ya no se trata de simples “burreros” con mochila caminando a través del desierto para pasar la mercancía al país vecino, o de “mulas” (personas que transportan la droga) con cápsulas de droga ingeridas y alojadas en su estómago para intentar pasar los controles de seguridad en los aeropuertos.
Los nuevos narcotraficantes son personas formadas, altamente cualificadas, ingenieros, informáticos, técnicos de telecomunicaciones, que emplean alta tecnología para lograr su objetivo: transportar la mayor cantidad de droga posible, de forma rápida y sin ser detectados.
Drones semi sumergibles no tripulados (también llamados mini narcosubmarinos); drones aéreos teledirigidos; radares, inhibidores de frecuencia o cámaras de visión nocturna, son solo algunos ejemplos de los últimos “ingenios” diseñados y fabricados artesanalmente por los profesionales del tráfico de droga.
El hambre (o la ambición) agudiza el ingenio
En efecto, ante la presión policial, cada vez es más común el uso de tecnología avanzada en el narcotráfico, lo que hace que sea más difícil la detección de estos artefactos por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El crimen organizado ha desarrollado estructuras empresariales y logísticas propias de grandes corporaciones que, muchas veces, logran poner en jaque a los agentes antidroga que deben adaptar sus técnicas de detección e investigación a las continuas innovaciones de los narcotraficantes.
La operación “Kraken” y la tecnología que usan los narcos
Aquí en España, merece una mención especial la operación “Kraken” (julio de 2022) llevada a cabo por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Algeciras donde, tras 14 meses de investigaciones, se logró destapar una organización criminal dedicada a la fabricación de dispositivos para el transporte de droga, requisando varios modelos de mini-narcosubmarinos y drones aéreos.
Veamos un poco más en detalle las tripas internas de estos sofisticados aparatos al servicio de los narcos, que fueron fabricados para transportar hachís o cocaína procedente de Marruecos por el Estrecho de Gibraltar:
- Drones semisumergibles no tripulados, o mini-narcosubmarinos:
Un Policía de la Udyco llegó a afirmar que “en las Rías Baixas de Galicia, un aparato de este tipo sería imposible de detectar”. Capaces de albergar hasta 200 kilos de carga, estos drones semisumergibles no tripulados están diseñados para navegar a ras del mar y ser invisibles e indetectables, ya que los radares no pueden captar la única parte de la estructura saliente del agua (tramo vertical de apenas 1 metro de altura), el cual estaba pintado de azul para camuflarse con el azul del mar.
Emplean baterías eléctricas como fuente de alimentación, evitando así la necesidad de disponer de un depósito de combustible, lo que aumentaría el volumen de espacio y el peso total del artefacto. Están dotados de sistemas de posicionamiento GPS y ofrecen la posibilidad de ser pilotados por control remoto desde cualquier punto del mapa situado a miles de km de distancia, ya que la tecnología actual lo permite.
En materia de propiedad industrial, si tratamos de localizar este tipo de artefactos en las bases de datos de patentes, nos sorprenderemos al encontrar infinidad de registros de patentes de invención y modelos de utilidad, relativos a “vehículos marítimos no tripulados” (UUV, de sus siglas en inglés “Unmanned Underwater Vehicles”), en este caso con finalidades lícitas, puestos al servicio del “bien” y destinados a funciones tales como la investigación oceanográfica, la protección y seguridad portuarias, el reconocimiento del terreno para realizar prospecciones, etc.
Más concretamente, este tipo de invenciones estaría recogido dentro de los siguientes códigos de la clasificación internacional de patentes (CIP), para las cuales se encuentran más de 6500 registros en todo el mundo:
– B63G8/00: Embarcaciones semi-sumergibles, p.ej. submarinos.
– B63G8/34: Enmascaramiento o camuflaje para submarinos.
Tal es el caso, por ejemplo, de la patente española concedida, con número de publicación ES2916299 B2, y que lleva por título: “Embarcación no tripulada de navegación en superficie y submarina”. Ver siguiente figura:
Al igual que el sofisticado artefacto clandestino antes citado, esta embarcación puede navegar a ras de mar, y dispone entre otros elementos de baterías eléctricas, sistema GPS, antenas de radiofrecuencia, conjunto propulsor, etc. Sin embargo, en este caso la embarcación descrita en la patente tiene aplicaciones más honorables y menos dañinas para la salud, como son el dragado de minas submarinas o la defensa antitorpedos.
- Drones aéreos teledirigidos:
Este otro artefacto también fue incautado por la Udyco en la operación “Kraken”, donde a partir de modelos industriales de drones aéreos, fue artesanalmente modificado para lograr una autonomía de vuelo de hasta 30 km, suficientes para cruzar los apenas 15 km del Estrecho de Gibraltar desde Marruecos hasta España.
En su parte inferior se aloja una caja o baúl de fibra de vidrio para cargar la mercancía. Además, para conseguir mayor rapidez en la operación y evitar la detección y localización de estos drones, se evitaba su aterrizaje mediante un mecanismo que accionaba el lanzamiento de la caja con la mercancía de droga desde el aire.
Este tipo de artefactos pertenecería a la familia de los “vehículos aéreos no tripulados” (UAV, de sus siglas en inglés “Unmanned Aerial Vehicles”), cuyas aplicaciones van desde la mensajería, aplicaciones militares, tareas de vigilancia, reconocimiento y exploración, evaluación de campos agrícolas, etc.
Estos vehículos aéreos se encuentran dentro de la siguiente clasificación internacional de patentes (CIP), para los cuales se encuentran casi 40.000 registros en todo el mundo:
– B64C39/02: Aeroplanos, helicópteros; Aeronaves caracterizados por un uso especial.
– B64D1/00: Lanzamiento, eyección, soltado o recepción de objetos durante el vuelo.
Un ejemplo de estos dispositivos aéreos no tripulados lo podemos encontrar en la solicitud de patente europea EP3674213 A1, con título de la invención: “Unmanned aerial vehicle for the transport of a payload”.
En este caso, el paquete no es lanzado, sino que se descarga mediante un cable, el cual se encuentra enrollado en un carrete superior acoplado al cuerpo central de la aeronave.
Además, son destacables otros ingeniosos e insólitos “escondrijos” para ocultar los alijos de droga, que, aunque más rudimentarios y con menor capacidad de carga, destacan por su discreción, simplicidad y bajo coste, siendo algunos de ellos las siguientes:
- Tablas de windsurf huecas, diseñadas para alojar paquetes de droga en su interior. En concreto fueron 50 kilos de cocaína incautados por miembros de la guardia civil en el Aeropuerto de Barajas de Madrid.
- Figuras de ajedrez rellenas de cocaína, incautadas a un joven de 18 años en el aeropuerto de Chile con destino las Islas Canarias.
- Palos de golf, especialmente diseñados y modificados para esconder dentro la droga. Fueron 9 los palos de golf rellenos de cocaína e incautados por la central de correos de Miami en un paquete enviado desde Colombia.
- Piedras falsas, encontradas en una nave industrial a las afueras de Madrid, en cuyo interior se incautaron hasta 785 paquetes de algo más de 1 kilo de cocaína. La policía tuvo que usar mazas para picar las piedras y sacar la droga camuflada.
- Preparación de productos alimenticios con pequeñas dosis de droga oculta en su interior. Algunos ejemplos son: bocadillos de jamón ibérico y queso, aderezados con 100 gramos de cocaína, en Colombia; bombones de chocolate de una conocida firma italiana, rellenos de cocaína, e interceptados por las autoridades aduaneras del aeropuerto JFK de Nueva York (USA); plátanos rellenos de cocaína, latas de piña en almíbar, sobres de sopa, etc.
La imaginación y el I+D+i de los narcotraficantes son infinitos e inagotables, pero la perspicacia y astucia de los cuerpos de seguridad también. Nuestro despacho H&A seguirá impulsando y apoyando, con su permiso, a que sean muchos más los artefactos e invenciones protegidas, al servicio del bien. A este lado… hace menos frío.
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